Alabanza Por La Liberación Divina - Salmos 40

Salmos 40:1-9 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. ²Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. ³Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová. ⁴Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. ⁵Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados. ⁶Sacrificio y ofrenda no te agrada; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado. ⁷Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; ⁸El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. ⁹He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.

1. Con paciencia esperamos que el Señor nos ayudará.
Salmos 40:1 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
a. Pacientemente esperé a Jehová,
b. Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí
Salmos 46:1Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Isaías 41:10No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
c. Pacientemente esperé a Jehová, y oyó mi clamor.
d. Con paciencia esperamos que el Señor nos ayudará, y él se fijó en nosotros y oyó nuestro clamor.

2. Nos hizo sacar del pozo de la desesperación
Salmos 40:2Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
a. El pozo de la desesperación
b. El Señor nos ha sacado del pozo de la condenación
Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
c. Él nos levantó de la arcilla fangosa (el lodo) que intenta llevarnos hacia abajo.
d. El Señor nos libera de las ataduras que nos sujetan
e. El Señor pone nuestros pies sobre suelo firme.

3. Nos dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios
Salmos 40:3Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.
a. El Señor nos ha dado nuevo corazón
b. El Señor nos ha dado nueva esperanza.
c. Él nos preparó y nos capacitó para poder alabarlo y adorarlo.

4. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza
Salmos 40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
a. Somos bendecidos porque tenemos al Señor quien nos ayudará.
b. Somos bendecidos porque el Señor nos ha levantado.
c. Somos bendecidos porque el Señor nos ha dado una nueva canción.
d. Somos bendecidos porque el Señor nos ha hecho grandes maravillas en nuestras vidas.
Salmos 40:5Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.

5. ¿Cómo debemos responder?
Salmos 40:7-9Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; ⁸El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. ⁹He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.
a. Hay que presentarnos al Señor.
b. Deseamos a hacer la voluntad de Dios
c. Guardemos la Palabra de Dios en nuestros corazones.
Salmos 119:9-11¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. ¹⁰Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus andamientos. ¹¹En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra.
Proverbios 3:3Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; atalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón;
Salmos 37:31La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán.
d. Debemos compartir con todos de la justicia, de la verdad de Dios.